Cuán bueno y delicioso ha sido
El fraternal amor,
Nos hizo bien, cual el rocío
Que viene del Señor.
CORO
Jamás tendremos que decir
El uno al otro "Adiós";
Es una eterna reunión
Y nadie dice: "Adiós".
Diciendo "Adiós" aun seremos
De un solo corazón;
Siempre esperando la venida
De nuestro Salvador.
No hay despedidas en el cielo,
Ni lágrimas se ven,
Al congregarse los hermanos
En el celeste Edén.