¡Cuán dulce el nombre de Jesús
Es para el hombre fiel!
Consuelo, paz, vigor, salud
Halla el creyente en El.
Al pecho herido, fuerzas da,
Y calma el corazón;
Al alma hambrienta es cual maná,
Y alivia su aflicción.
Tan dulce nombre es para mí
De dones plenitud,
Raudal que nunca exhausto vi
De gracia y de salud.
Jesús, mi amigo y mi sostén,
Mi Rey y Salvador,
Mi vida y luz, mi eterno bien,
Acepta mi loor
Es pobre ahora mi cantar
Mas cuando en gloria esté,
Y allí te pueda contemplar,
Mejor te alabaré.
En tanto, dame que tu amor
Proclame sin cesar,
Y torne en gozo mi dolor
Tu nombre, al expirar.