¡Oh, alma cansada y turbada!,
¿sin luz en tu senda andarás?
Al Salvador mira y vive;
del mundo la luz es su faz.
Coro
Fija tus ojos en Cristo,
tan llenos de gracia y amor,
y lo terrenal sin valor será
a la luz del glorioso Señor.
De muerte a vida eterna
te llama el Salvador fiel;
en ti no domine el pecado;
hay siempre victoria en Él.
Jamás faltará su promesa.
Él dijo: "contigo estoy".
Al mundo perdido ve pronto
y anuncia la salvación hoy.