¡Oh, que tuviera lenguas mil!
Del redentor cantar,
La gloria de mi Dios y Rey,
Los triunfos de su amor!
Bendito mi Señor y Dios,
Te quiero proclamar;
Decir al mundo en derredor,
Tu nombre sin igual.
Dulce es tu Nombre para mí,
Pues quita mi temor;
En El halla salud y paz,
El pobre pecador.
Rompe cadenas del pecar;
Al preso librará;
Su sangre limpia al ser más vil,
¡Gloria a Dios, soy limpio ya!