Dios bendiga las almas unidas
Por los lazos de amor sacrosanto,
Y las guarde de todo quebranto
En el mundo, de penas y mal.
Que el hogar que a formarse comienza
Con la unión de estos dos corazones,
Goce siempre de mil bendiciones
Al amparo del Dios eternal.
Que el Señor, con su dulce presencia
Cariñoso estas bodas presida,
Y conduzca por sendas de vida
A los que hoy se prometen lealtad.
Les recuerde que nada en el mundo
Es eterno, que todo termina,
Y por tanto con gracia divina,
Cifrar deben la dicha en su Dios.
Que los dos que aquà se presentan
A prestarse su fe mutuamente,
Busquen siempre de Dios en la fuente
El secreto de dicha inmortal.
Y si acáso de duelo y tristeza
Se empañasen sus sendas un dÃa,
En Jesús hallarán firme guÃa
Que les dé su consuelo eternal.